Los wearables con inteligencia artificial están transformando el mercado tecnológico con innovaciones que mezclan utilidad y controversia. Desde colgantes hasta auriculares, estos dispositivos graban lo que decimos y escuchamos, y además funcionan como asistentes personales con capacidades avanzadas. Aunque revolucionarios, también generan inquietud sobre su impacto en la privacidad.

El Rewind Pendant, por ejemplo, permite registrar conversaciones y almacenarlas en el teléfono móvil. Friend, un colgante interactivo, incluso responde preguntas y adopta personalidades virtuales. Otros como Bee AI, en formato pulsera, y los HumanPods de Natura Umana, ofrecen funciones avanzadas como análisis de conversaciones y avatares personalizados, ideales para entrenamiento o apoyo emocional.
Sin embargo, estos dispositivos plantean preguntas éticas. ¿Cómo afecta esto a la privacidad de las personas que son grabadas sin su consentimiento? Aunque algunos wearables avisan que están grabando, los dilemas sobre el manejo de datos personales son inevitables. A pesar de las promesas de seguridad y cifrado, las reservas sobre su adopción persisten.
Estos gadgets marcan el inicio de una nueva forma de interactuar con la tecnología, borrando la línea entre lo virtual y lo real. Su futuro dependerá de cómo logren equilibrar la innovación con la protección de los usuarios y la privacidad de su entorno. ¿Serán la próxima gran revolución tecnológica o quedarán limitados por sus implicaciones éticas?
Fuente: xataca.com