China enfrenta una crisis demográfica con una población envejecida y escasez de cuidadores profesionales. En 2023, el 15.4% de los habitantes superaban los 65 años, mientras que solo había 8.2 millones de camas disponibles en servicios geriátricos. Ante esta realidad, el país ha tomado una decisión innovadora: priorizar el desarrollo de robots humanoides, inteligencia artificial y tecnologías avanzadas para atender a su creciente población mayor.

Estos robots no solo ofrecen compañía emocional, sino que también monitorean la salud y realizan tareas domésticas inteligentes. Algunos cuentan con escaneo facial 3D para personalizar su apariencia y reforzar la conexión emocional. Además, se están desarrollando capacidades avanzadas para prevenir caídas y rastrear signos vitales, lo que los convierte en aliados cruciales para el cuidado geriátrico.
La iniciativa forma parte de un plan a largo plazo que busca garantizar servicios básicos para todos los ancianos en 2035. Proyectos como los desarrollados en Wuhan y Beijing destacan por su innovación, y Shanghái ya ha implementado normas de gobernanza para garantizar la seguridad en las interacciones humano-máquina.
Con una apertura al mercado extranjero y una apuesta por mejorar la capacitación de cuidadores humanos, China lidera una transformación que no solo aborda su crisis demográfica, sino que establece un modelo que otros países podrían adoptar en el futuro.
Fuente: xataca.com