Los fantasmas con inteligencia artificial ya no son solo una idea de ciencia ficción. Según un reciente estudio de Google, esta tecnología podría permitir crear réplicas digitales de personas fallecidas. Estas versiones virtuales hablarían, opinarían e incluso podrían evolucionar con el tiempo. Es decir, simularían estar “vivas”, aunque solo digitalmente.
Este tipo de inteligencia artificial busca más que una simple recreación visual. Se trata de modelos que recopilan y procesan datos personales como videos, textos, audios y patrones de comportamiento. El objetivo es construir una personalidad artificial lo más cercana posible a la del ser querido perdido.
🧬 ¿Cómo funcionan los fantasmas con Inteligencia Artificial?
La IA recrea a un ser querido usando mensajes, videos o audios almacenados. Hay dos tipos: uno que conserva una personalidad fija y otro que puede cambiar, aprender y crecer. Así, los fantasmas con inteligencia artificial podrían convertirse en figuras activas que ofrecen consejos, cuentan historias o incluso educan a futuras generaciones.
A medida que los fantasmas con inteligencia artificial evolucionan, pueden personalizar sus respuestas y simular relaciones duraderas. Esta posibilidad plantea una nueva dimensión en nuestra relación con la memoria y la pérdida. Incluso podría cambiar cómo vivimos el duelo o conmemoramos a nuestros seres queridos.

Riesgos éticos y emocionales
Sin embargo, esta tecnología también plantea riesgos. ¿Qué pasa si un fantasma revela secretos familiares? ¿O si genera dependencia emocional? Además, hay dudas sobre el consentimiento: ¿quién controla lo que puede decir esta réplica digital? Estos dilemas podrían causar más dolor que alivio.
Algunos expertos advierten que fantasmas con inteligencia artificial podrían distorsionar la memoria colectiva y crear una falsa sensación de presencia. La línea entre recordar y revivir podría difuminarse peligrosamente, especialmente en procesos psicológicos tan delicados como el duelo.
IA después de la vida
El uso de inteligencia artificial para reencarnación digital obliga a pensar en límites y reglas claras. Google propone discutir cómo estas herramientas deben funcionar, sobre todo cuando imitan a personas reales. La pregunta es: ¿estamos listos para convivir con versiones virtuales de nuestros seres queridos?
Reflexión final sobre los fantasmas con Inteligencia Artificial
Ellos podrían cambiar para siempre la forma en que enfrentamos la pérdida. Aunque su potencial para el consuelo es real, también lo son sus riesgos. Esta tecnología, si no se regula bien, puede confundir la memoria con la simulación.
Más allá de la innovación, este avance invita a repensar nuestra relación con el tiempo, la muerte y la memoria. ¿Será esta la próxima frontera de la IA o simplemente una versión digitalizada del duelo?
Fuente: elpais.com